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miércoles, 10 de abril de 2024

ATAQUES DE PÁNICO Y AGORAFOBIA




"A lo único que debemos tener miedo,

es al miedo como tal"

Franklin D. Roosevelt 



La Agorafobia es uno de los trastornos de ansiedad más incapacitantes y que suponen un mayor sufrimiento personal.

La persona agorafóbica vive obsesionada con la posibilidad de que le ocurra un ataque de pánico, especialmente en un lugar público.

El miedo anticipatorio a que surja esta circunstancia supone un incremento de ansiedad, con lo que la evitación de situaciones donde se pueda desencadenar el ataque de pánico se hace cada vez más generalizada, comenzando la limitación de actividades por miedo al ataque de pánico.

La persona sufre un estado constante de ansiedad, su calidad de vida empeora y normalmente, la situación se acompaña con un estado de ánimo deprimido.

El tratamiento más efectivo es el cognitivo-conductual, donde se trabajan los pensamientos erróneos respecto a la posibilidad de que suceda el ataque de pánico, y la exposición a las situaciones temidas (con terapeuta o con persona de apoyo).

Es un tratamiento que requiere una gran implicación personal del paciente, pero tiene unos excelentes resultados, devolviendo a la persona a la vida cotidiana, sin miedos inducidos. 

Puedes acceder a más información en TRATAMIENTO AGORAFOBIA CONSULTA PSICOLÓGICA VILLAVERDE


CRITERIOS DIAGNÓSTICOS AGORAFOBIA (DSM-5)

El DM5, Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales (American Psychiatric Association, Apa). indica cuáles son los criterios que tienen que cumplirse en la Agorafobia. Puedes leer aquí los CRITERIOS DIAGNÓSTICOS AGORAFOBIA DSM-5




TECNICAS DE TRATAMIENTO EN AGORAFOBIA

La terapia para la Agorafobia introduce técnicas que se dirigen al manejo de los ataques de pánico, técnicas para exposición en imaginación y en vivo y manejo de las conductas de evitación. Puedes seguir leyendo en este enlace: TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DE LA AGORAFOBIA


domingo, 24 de marzo de 2024

QUÉ ES LA AGORAFOBIA

El agorafóbico es alguien que tiene miedo de alejarse de casa, miedo a estar solo, a no recibir ayuda en plena calle y miedo a lugares con mucha gente, como calles, centros comerciales o autobuses.

La mayoría de las personas que sufren agorafobia tienen miedo a perder el control ante sus propias reacciones y temor a sufrir un ataque de pánico, un desmayo o incluso un ataque al corazón.



la agorafobia produce sensacion de intenso malestar fisico
La Agorafobia se puede definir como miedo a tener miedo

Este temor hace que eviten los lugares en los que podrían sufrir estas consecuencias, y llega a convertirse en un hábito eludirlos, incluso ampliando cada vez más las situaciones o lugares que evitan. A menudo pueden afrontar caminar por la calle o ir a un centro comercial si van acompañados por alguien, haciéndose dependientes de otras personas en su día a día. Si una persona tiende regularmente a evitar acudir sola a muchos lugares, por miedo, se dice que padece agorafobia. Es un problema relativamente frecuente, que afecta mucho más a las mujeres.

FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO


Temperamentales. La inhibición de la conducta y la disposición neurótica y la sensibilidad a la ansiedad, se relacionan con la agorafobia. Las personas que consideran perjudicial la ansiedad tienen más posibilidades de padecer agorafobia.

Ambientales. Los sucesos negativos de la infancia, como la separación o fallecimiento de los padres, y factores de alto impacto como haber sido atacado, se asocian a la aparición de este trastorno. Habitualmente los agorafóbicos describen un clima familiar y de crianza con escasa calidez y sobreprotección.  


Genéticos y fisiológicos. La heredabilidad de la agorafobia es del 61%. La agorafobia es de los diferentes trastornos de ansiedad, la agorafobia es la que tiene una asociación más intensa entre el factor genético y la posibilidad de sufrir este tipo de miedo. .

QUÉ CAUSA LA AGORAFOBIA

La agorafobia se origina en un primer momento cuando el cuerpo reacciona a situaciones diarias como si éstas fueran peligrosas. Una vez que se siente la preocupación por estas sensaciones extrañas, los agorafóbicos tienen a evitar los lugares relacionados con dichas sensaciones.


En los agorafóbicos una reacción corporal (sudoración, taquicardia, mareos, parestesias), se ha hecho extremadamente sensible y tiende a reproducirse automáticamente en contextos parecidos. Es como si se produjera un miedo al miedo, y la persona va pensando que va a volver a sentir esas sensaciones que le han causado pánico, reaccionando con ansiedad, respiración torácica, preocupación extrema, autogenerando nuevamente las mismas sensaciones que sintió, con lo que le da una interpretación errónea a la situación.
 
El miedo, la ansiedad y la evitación deben ser desproporcionados para el peligro que realmente suponen las situaciones de agorafobia. Es importante diferenciar los temores razonables (salir de casa en una tormenta) o de las situaciones que se consideren peligrosas (caminar por un parking solitario de noche), de situaciones en principio inocuas que producen un miedo desproporcionado (ir al cine).

Los ancianos son propensos a atribuir su exceso de temores a limitaciones debidas a su edad y menos propensos a juzgar sus miedos como desproporcionados con respecto al riesgo real.

Las personas que sufren agorafobia tienden a sobrestimar el peligro de los síntomas similares al pánico u otros síntomas corporales.

Las características clínicas de la agorafobia son relativamente constantes durante toda la vida, aunque las situaciones que desencadenan miedo y evitación pueden variar. Los niños suelen tener más miedo a salir de casa, mientras que en los adultos mayores el miedo más frecuente es estar en tiendas, hacer cola y los espacios abiertos.

El miedo más frecuente es a perderse (niños), a sufrir un ataque de pánico (adultos) y caerse (ancianos).

La baja prevalencia de la agorafobia en los niños podría reflejar dificultades para expresar los síntomas y, por lo tanto, las evaluaciones en los niños pequeños pueden requerir la obtención de información a partir de múltiples fuentes, entre ellas los padres y los maestros.

Los adolescentes, en particular los varones, pueden estar menos dispuestos que los adultos a expresar abiertamente los temores y la evitación de la agorafobia, a pesar de que es frecuente la aparición de la agorafobia durante la adolescencia.

LA EVITACIÓN FACTOR CLAVE EN EL MANTENIMIENTO DE LA AGORAFOBIA

La evitación de una situación adversa opera en la agorafobia como una forma de mantener y generalizar el problema.

Una persona, cuando tiene miedo a una situación (por ejemplo, a subir a un tren), anticipa el miedo que va a sentir si se expone a esta situación y empieza a generar una ansiedad anticipatoria (miedo al miedo), de forma que cuando llega el momento de exponerse se retira, experimentando un alivio: esto es la evitación.

El peligro de la evitación de la situación ansiógena es que el agorafóbico la considera una forma de dejar de sufrir, y normalmente generaliza esta situación, es decir, a la mínima señal de miedo anticipatorio en otras situaciones, empleará el mecanismo de evitación para que cese la ansiedad, por lo que las situaciones agorafóbicas van siendo cada vez mayores. 

La evitación es justo lo contrario de la exposición a la situación ansiógena, y los resultados igualmente son absolutamente divergentes: 

Con la evitación cronificamos la ansiedad y la generalizamos a más situaciones.


Con la exposición nos habituamos a la ansiedad (al comprobar que mantenerse en la situación ansiógena va cediendo el valor del estímulo aversivo) con lo que conseguimos la extinción de la ansiedad y además nos produce sensación de control sobre la situación 

Por todo ello es importante que la persona que comienza a experimentar miedo anticipatorio a determinadas situaciones, intente buscar una solución a su problema, mediante las técnicas psicológicas que se muestran más efectivas para este problema: 

  • Reestructuración cognitiva, dirigida a los pensamientos catastrofistas sobre las situaciones (miedo anticipatorio)
  • Aprendizaje de las señales corporales de ansiedad que tienen gran carga emocional para las personas que presentan ansiedad por miedo a las consecuencias (por ejemplo, miedo a sufrir un infarto)
  • Afrontamiento a estas situaciones mediante exposición guiada (en vivo o en imaginación)